5 preguntas para Ann Douglas sobre criar a un hijo en medio de la tormenta
Ann Douglas es una celebrada autora que escribe acerca del cuidado parental. Su más reciente libro es Parenting Through the Storm: How to Handle the Highs, the Lows, and Everything in Between. Es una guía para padres y cuidadores que están criando niños con problemas de salud mental y desafíos de conducta.
El libro toca de cerca a Ann, ya que sus cuatro hijos tienen desafíos múltiples. Su hija mayor tuvo problemas de depresión y un trastorno de la conducta alimentaria cuando era adolescente, y fue recientemente diagnosticada con What is ADHD?. Sus tres hijos tienen diferencias del aprendizaje que incluyen TDAH y . Uno de ellos también tiene autismo.
En esta entrevista, Ann aconseja a los padres.
1. ¿Qué quiere decir con “Parenting Through the Storm” (Criar a un hijo en medio de la tormenta)?
Las familias pueden pasar por periodos de adversidad cuando un niño está pasando por un momento difícil. Si su hijo piensa y aprende de manera diferente, probablemente usted experimentará esas tormentas.
La buena noticia es que puede sortear el mal tiempo con su hijo y salir del temporal más fuertes y conectados que antes. Sin duda, esto es posible.
Tengo dos citas favoritas acerca de encontrar fortaleza en medio de las dificultades. Este tema surge repetidamente cuando hablo con los padres.
“El roble luchó contra el viento y se rompió, el sauce se dobló cuando debió y sobrevivió”. —Robert Jordan, Cielo en llamas
“Y una vez que la tormenta ha cesado, no recordarás cómo saliste de ella, cómo lograste sobrevivir. Ni siquiera estarás seguro, de hecho, si la tormenta realmente terminó. Pero una cosa es cierta. Cuando salgas de la tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta“. —Haruki Murakami, Kafka en la orilla
La segunda cita en particular ciertamente habla sobre mí. La primera vez que la leí, me estremecí de arriba a abajo porque captura perfectamente la experiencia de mi familia y de otras familias. Hemos sido transformados para siempre, pero también fortalecidos inconmensurablemente como resultado de la tormenta.
2. ¿Qué gran tormenta experimentó como madre, y qué aprendió?
Cuando mi hija tenía 15 años se escapó de casa y desapareció en medio de la noche. Yo entré en pánico y estaba desesperada. Afortunadamente, un oficial de la policía nos ayudó a encontrarla. Luego, él y yo tuvimos una conversación sincera acerca del comportamiento arriesgado de mi hija.
“Usted no puede esperar que alguien aparezca y salve a su hija”, me dijo. “Usted misma debe salvarla”.
Sus palabras fueron terribles y a la vez liberadoras. De repente sentí el poder que tenemos los padres. En lugar de esperar que alguien nos resuelva el problema, tenemos que empezar a intentar mejorar las cosas nosotros mismos. Nadie conoce mejor a nuestra hijo que nosotros, y nadie lo ama tanto.
Hasta esa noche conservábamos la esperanza de que un milagro resolviera las cosas. Pero nos dimos cuenta e que tenemos que comprometernos con la difícil labor de abogar por nuestra hija. Y lo hicimos. El camino fue largo, pero tuvo un final feliz. Actualmente, nuestra hija es una joven que progresa día a día.
3. ¿Cuánto debería afectar el diagnóstico de un niño las decisiones sobre cómo criarlo?
Usted no quiere desestimar el valor y la importancia de obtener un diagnóstico preciso. Un diagnóstico es una pieza de información valiosa que permite que su hijo aproveche los apoyos que de otra manera podrían no estar disponibles. También puede ayudarlo a conocer sus fortalezas y sus dificultades.
Pero al mismo tiempo, es importante que se diga a sí mismo (y a su hijo) que un diagnóstico no puede capturar todas las cosas únicas y maravillosas acerca de él. Tan solo es un punto de partida.
En lugar de obsesionarse con el diagnóstico, le sugiero enfocar su atención en la naturaleza de los desafíos de su hijo y en lo que usted puede hacer para ayudarlo. Puede que sea útil hacerse esta sencilla pregunta: “¿Qué necesita mi hijo de mí en este momento?”.
Existen todo tipo de cosas prácticas que usted puede hacer hoy para que las cosas empiecen a mejorar para su hijo y su familia. Por ejemplo, puede investigar sobre estrategias de crianza que saquen a relucir lo mejor en su hijo. Puede enseñarle técnicas antiestrés. Puede ayudarlo a desarrollar una red de apoyo.
4. ¿Cómo los padres pueden controlar el sentimiento de culpa por los desafíos de sus hijos?
Primero, recuérdese a sí mismo que hizo lo mejor que pudo con el conocimiento y las habilidades que tenía en ese momento. Usted no le hubiera pedido más a un amigo, así que no se exija tanto. En otras palabras, practique la autocompasión.
Evite caer en la tentación de culparse por la genética. Usted no se culparía si su hijo hereda una vulnerabilidad genética que lo predispone a una condición médica como la diabetes. Así que, ¿por qué castigarse por haberle posiblemente transmitido cualquier otro tipo de gen?
Esto es algo más a considerar. Supongamos que las diferencias de aprendizaje están presentes en su familia. En lugar de culparse, siéntase bien por el hecho de que tiene experiencia de primera mano y entiende lo que supone salir adelante teniendo esas dificultades. En lugar de verlo como una carga, reconozca que esto puede ser un regalo para su hijo.
5. ¿Dónde pueden encontrar tranquilidad los padres que se sienten estresados?
Vincent Van Gogh una vez dijo: “Hay paz incluso en la tormenta”. Como padres, podemos encontrar paz saboreando los momentos de calma, por fugaces que sean.
Permítase sentir alegría en su vida ahora mismo. No tiene que posponer su felicidad hasta que algún mítico día en el futuro todo sea perfecto y su hijo ya no tenga problemas. Usted merece sentir alegría en su vida ahora mismo.
Haga que su cuidado personal sea una prioridad. No se sienta culpable por tomarse un descanso del trabajo duro y las preocupaciones. Nadie merece más un padre o una madre feliz y sana que un niño que tiene problemas. Comprenda que cuidarse lo mejor que pueda es en realidad un acto de amor hacia su hijo.
Finalmente, no tema buscar el apoyo de otros que realmente entienden. Hay muchos padres que han enfrentado (o están enfrentando) tormentas semejantes. El apoyo entre pares es mágico. Aproveche esa magia. No tiene que pasar por esto solo.