Por qué a los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo les cuesta iniciar tareas
De un vistazo
A los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo les cuesta comenzar las tareas que no les parecen muy interesantes.
Los niños que también tienen diferencias del aprendizaje puede que eviten comenzar tareas que son difíciles.
Existen maneras de facilitar que su hijo inicie las tareas.
La mayoría de los niños prefieren hacer otras cosas en lugar de la tarea escolar y los quehaceres domésticos. Pero también pueden dejar esas cosas a un lado cuando es necesario y ponerse a hacer lo que tienen que hacer.
Esto no es así para muchos niños que tienen desafíos con el funcionamiento ejecutivo, lo que incluye a los niños con . Para ellos, puede ser difícil comenzar una tarea que no les resulta muy interesante. En algunos casos, es casi imposible sin un esfuerzo e incentivo extraordinarios.
Estas son algunas razones por las que los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo podrían tener problemas para iniciar tareas.
Es difícil tanto la tarea como ponerle atención
Los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo suelen tener otras diferencias del aprendizaje además de problemas para prestar atención. Por lo tanto, ciertas tareas pueden ser doblemente difíciles.
Imagine si a un niño con problemas de atención y le asignan leer un capítulo de un libro y responder preguntas sobre lo que leyó.
La tarea ya de por sí es un desafío. Pero además el niño tiene que mantenerse atento desde que la comienza hasta que la termina. Este puede ser un panorama bastante desalentador, uno que la mayoría de los niños querrían evitar el mayor tiempo posible.
Poco interés afecta el funcionamiento del cerebro
A los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo y TDAH a menudo les cuesta ponerse en marcha para realizar tareas en las que tienen poco o ningún interés. No es flojera. Se debe a que su cerebro funciona de manera diferente.
El cerebro utiliza impulsos eléctricos para transmitir mensajes de una neurona a la siguiente. Estos mensajes nos ayudan a notar las cosas, prestar atención y actuar. La liberación de ciertas sustancias químicas en el cerebro ayuda a hacer esas conexiones.
En algunos niños, el cerebro no siempre libera la suficiente cantidad de estas sustancias químicas. Pero cuando surge algo que es realmente interesante o emocionante, sus cerebros liberan una cantidad mayor. Esto los ayuda a iniciar y permanecer involucrados en esa tarea. (Es por esto que algunos niños se pueden concentrar durante horas en videojuegos pero no en la tarea).
No obstante, los niños no controlan esa liberación química de manera voluntaria. No pueden ordenarse a sí mismos comenzar la tarea y realizarla, a menos que estén genuinamente interesados. O si temen que algo realmente desagradable suceda si no se ocupan de eso inmediatamente.
Es difícil recordar que hay una tarea por hacer
Muchos niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo tienen problemas con la memoria funcional y la atención. La memoria funcional nos permite tener algo en mente mientras estamos haciendo otra cosa. Los niños que tienen habilidades de memoria funcional limitadas tienden a vivir demasiado en el aquí y el ahora. Les cuesta tener en cuenta las recompensas futuras o las posibles consecuencias a largo plazo.
Imagine esta situación: Un niño con dificultades del funcionamiento ejecutivo está muy ocupado construyendo una estructura con Lego. También tiene tarea de matemáticas, la cual debería haber terminado hace tiempo.
No comenzar la tarea podría ser un asunto de nivel de interés y química cerebral. Pero si las habilidades de memoria funcional del niño son limitadas, tal vez ni siquiera esté consciente de que tiene tarea de matemáticas. Es posible que no pueda concentrarse en la estructura de Lego y al mismo tiempo tener en mente que tiene que hacer otra cosa.
Además, los problemas con la memoria funcional puede que afecten su capacidad de seguir indicaciones y secuenciar tareas. Es posible que evite limpiar su habitación porque no puede recordar por dónde comenzar o qué hacer a continuación.
Fracasos pasados dificultan volver a intentarlo
Los niños generalmente evitan comenzar tareas si piensan que la experiencia o el resultado serán negativos. Si su trabajo siempre se considera inadecuado, o si nunca parece tornarse más fácil, ¿para qué seguir intentándolo? Sin siquiera pensarlo, evitan la tarea para evitar más decepciones o fracasos.
Cómo puede ayudar
Quizás usted no pueda hacer que la tarea sea más fácil o más interesante. Pero hay maneras de animar a su hijo a comenzar a hacerla:
Reconozca que la tarea puede que no sea muy interesante, aunque es importante.
Pregunte a su hijo si puede ayudarlo a comenzar la tarea (pero no hacerla por él). Mostrar empatía le enseña a su hijo que todos hacemos cosas que no queremos hacer porque las consecuencias de no hacerlas pueden ser peores.
Ayude a su hijo a estar pendiente de los materiales para hacer las tareas y las fechas de entrega, y determine cuánto tiempo se necesita para hacer cada tarea.
Evite los regaños y las discusiones relacionados con la tarea. Trate de mantener las emociones a un lado.
Proporcione un incentivo si no lo hubiera. Una vez que su hijo se haya sentado y comenzado a trabajar, llévele una merienda. Dígale que lo contenta verlo hacer su trabajo y que sabe que es difícil.
Normalize el comportamiento. Háblele a su hijo de sus propias dificultades y deseos de evitar ciertas cosas.
Saber por qué su hijo tiene dificultad para comenzar ciertas tareas puede reducir la frustración de ambos. Conozca maneras de ayudar a los niños a mejorar su atención, y cómo podría ayudar la medicación para el TDAH.
Puntos clave
Las diferencias en el funcionamiento del cerebro dificultan generar la energía necesaria para comenzar una tarea.
Los problemas con la atención y la memoria funcional también pueden influir.
Puede ayudar ser empático y decir a su hijo que usted entiende que la tarea es difícil o no muy interesante.