8 situaciones sociales para practicar con su hijo de escuela media
De un vistazo
Los preadolescentes que piensan y aprenden de manera diferente a menudo necesitan practicar los hábitos y normas sociales.
Los padres y cuidadores pueden ayudar practicando el juego de roles en situaciones sociales comunes.
Con un poco de preparación social, su preadolescente podrá manejar con más facilidad las interacciones diarias.
Todos los preadolescentes quieren ser aceptados por sus compañeros. Pero seguir las reglas sociales básicas puede ser difícil para algunos niños que piensan y aprenden de manera diferente. Usted puede ayudar a su estudiante de escuela media a desarrollar habilidades sociales y sentirse mejor preparado para interactuar con otros, practicando el juego de roles en estas situaciones comunes.
Darle un cumplido a alguien
Dar un cumplido sincero puede ser más difícil de lo que parece. Explique que un cumplido es decir algo agradable a un amigo sobre algo de lo que él se siente orgulloso o quiere que los demás noten. Haga una demostración preguntándole a su hijo qué le parece más genuino: “Qué bueno que te gustan las verduras” o “eres muy buen jugador de fútbol”.
Su hijo de escuela media puede practicar elogiándolo a usted. Pero también ayuda que piense en halagos o que esté atento a oportunidades para dar cumplidos en otras situaciones sociales. Por ejemplo, si están viendo la televisión juntos, pídale que identifique cumplidos sinceros y falsos. Al leer un libro, observen cómo los personajes hablan entre sí. ¿Son amigables o antipáticos? ¿Están fingiendo o actúan con sincera?
Aceptar la crítica de un compañero
Aceptar críticas o escuchar lo que hicieron mal o podrían hacer mejor es difícil para muchos niños que piensan y aprenden de manera diferente. También puede ser complicado entender que no es lo mismo ser menospreciado que recibir comentarios útiles y constructivos. Explique a su hijo que escuchar calmada y serenamente lo que una persona tiene que decir es una habilidad importante en las relaciones de amistad.
Enseñe a su preadolescente a usar palabras para demostrar que está escuchando, como “claro” y “de acuerdo”. Luego, practiquen cómo reflexionar sobre lo que ha escuchado y pedir aclaraciones. “Entiendo. Soy demasiado rudo cuando juego baloncesto. ¿Eso está afectando mis jugadas o molesta al resto del equipo?”.
Lidiar con el comportamiento grupal
Los preadolescentes pueden tener dificultad para encontrar un grupo de amigos en el que encajen. Aquellos que tienen habilidades sociales limitadas y baja autoestima puede tener dificultades para manejar el comportamiento de los grupos. Ayude a su hijo a entender que cuando los grupos excluyen y se burlan de alguien es porque están buscando una reacción. En ese caso, lo mejor es no responder
Practique algunas maneras sencillas de apaciguar las situaciones con calma, como decir: “No hay problema, puedo sentarme en otro lugar”. Algo muy importante es que los preadolescentes sepan que si sienten que se trata de acoso en lugar de bromas siempre pueden hablar con uno de sus padres, un cuidador, el maestro o el entrenador.
Hacer algo divertido después de la escuela
Existen muchas maneras en que los preadolescentes pueden identificar sus fortalezas e intereses después de la escuela. Pero participar en una actividad o juego que ya empezó no suele ser fácil para los niños que tienen dificultad para interpretar las situaciones sociales. Puede ayudar practicar el juego de roles simulando la situación de integrarse a un grupo.
Involucre a la familia en una actividad a la que su hijo se tiene que unir. Los juegos de mesa, las adivinanzas o hacer manualidades son algunas opciones. Practiquen cómo presentarse: “Hola, me llamo Sergio y me gustaría participar”) y hacer preguntas sobre la actividad: “¿Cuántas personas pueden participar?”. Su hijo también puede practicar cómo ser tolerante con las ideas de los demás y esperar su turno en las conversaciones.
Iniciar una conversación con un amigo
Iniciar conversaciones, mantenerlas y saber cómo terminarlas puede ser difícil para los preadolescentes. Prepare frases para iniciar una conversación. Haga que su hijo las practique con usted. Algunos ejemplos podrían incluir hacer un comentario sobre la actividad que usted está haciendo: “¿Qué estás jugando?” o hacer una pregunta sobre algo que ambos tienen en común: ¿Te gusta la comida de la cafetería nueva?.
Piensen en cosas apropiadas para decirle a sus compañeros y practiquen diferentes respuestas en un juego de roles. También puede ayudar a su hijo a practicar reglas sociales, como no pararse demasiado cerca cuando habla. Practiquen hacer contacto visual y utilizar expresiones faciales apropiadas, como sonreír cuando alguien trata de ser divertido y asentir con la cabeza cuando alguien está explicando algo. Dé ejemplos a su hijo de maneras sencillas de finalizar una conversación, como decir “gracias”, “hasta luego” o “me encantó hablar contigo”.
Trabajar en grupo
Trabajar en grupo puede ser complicado, especialmente para niños a los que les cuesta entender el punto de vista de los demás o captar las señales sociales. Enseñe a su hijo a trabajar en equipo practicando diferentes situaciones, incluidos los desacuerdos entre los miembros del grupo.
Su preadolescente puede practicar decir cosas como “analicemos las ventajas y desventajas de cada idea”, o “esta es la razón por la que creo que esto va a funcionar”.
Escuchar a otras personas
Callarse lo que quieren decir es difícil para los preadolescentes. Los niños que tienen problemas con la atención o la memoria funcional puede que interrumpan porque temen perder el hilo de sus pensamientos. Usted les puede enseñar trucos para recordar lo que estaban pensando. Por ejemplo, retener “palabras clave” en la mente, escribir una nota rápidamente o enviarse un mensaje de texto.
Practique conversaciones rápidas con su hijo de escuela media. Por ejemplo, ¿cuál es la mejor manera de presentar ideas nuevas? Qué tal algo así: “Me gusta lo que dijiste. ¿Sabes en qué me hizo pensar?”.
Hacer planes con amigos
Reunirse con amigos es divertido, pero puede ser difícil acordar un plan concreto. A menudo los preadolescentes se empeñan en lo que quieren hacer, y les cuesta llegar a un acuerdo. En este caso, es útil hacer una lista de las cosas que le gusta hacer a su hijo. Luego, practiquen conversaciones que transcurren sin dificultades y otras que no.
Por ejemplo, si su hijo dice “vamos al cine”, usted puede responder “claro” o “en realidad no tengo ganas de ver una película”. Enséñele cómo hacer proponer otra cosa. “De acuerdo, ¿qué quieres hacer? También me gustaría…”, o “tal vez podemos hacer esto hoy y vamos al cine otro día”.
Puntos clave
Interpretar roles con experiencias comunes de los estudiantes de escuela media, como hacer un cumplido, beneficia a los preadolescentes que tienen dificultad para socializar.
Practiquen todos las situaciones sociales y cómo podrían transcurrir, tanto si salen bien como si salen mal.
Su hijo debería practicar primero con usted para que se sienta más cómodo con las señales y reglas sociales.