¿Debería animar a mi hijo a ir a las reuniones del IEP?
Responder:
Esta es una pregunta excelente. No hay reglas sobre cuándo un niño es lo suficientemente mayor o maduro para asistir a las reuniones del Programa de Educación Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés). De acuerdo con la ley, los estudiantes pueden ser parte del equipo del IEP “en cualquier momento que sea apropiado”.
Según mi experiencia, los padres suelen esperar a que sus hijos estén en la escuela media antes de considerar llevarlos a las reuniones del IEP. Esto no quiere decir que usted no pueda llevar a su hija de primaria a las reuniones. A continuación algunas preguntas para ayudarlo a decidir si su hija está preparada para estas reuniones.
¿Su hija sabe lo que es un IEP? Si usted decide invitarla a las reuniones, es importante que tenga una conversación honesta con ella antes de la reunión acerca de lo que es el IEP y cómo lo desarrollan usted y la escuela. Es mejor que la reunión no sea la primera vez que su hija escucha que necesita un IEP o ayuda adicional.
Es importante que usted le explique el proceso. Mientras más informada esté su hija, más cómoda se sentirá en la reunión. El objetivo es hacer que la reunión sea una experiencia positiva, donde ella reconozca que tanto usted como la escuela están trabajando juntos para ayudarla.
¿Su hija quiere asistir a la reunión? Una manera en que el proceso del IEP puede empoderar a su hija, es permitirle que decida si quiere asistir. Si está reacia a asistir, es mejor esperar hasta que la idea de hacerlo no la ponga nerviosa.
Su hija no tiene que estar presente toda la reunión. Es común que los padres y los demás miembros del equipo hablen de cosas que podrían molestar o avergonzar a sus hijos antes de que el niño entre a la reunión. Si su hija decide asistir, es mejor incluirla cuando el equipo está planeando las metas anuales del IEP. Los niños pueden ofrecer ideas muy útiles en esta área.
La planificación y la discusión de las metas anuales también tienen otros beneficios para los niños. Les permite practicar cómo hablar acerca de sus fortalezas y retos. Y además pueden opinar sobre cómo deben ser medidos las metas. Este conocimiento puede empoderarlos y hacerlos sentir más seguros, porque entienden mejor qué se espera de ellos.
Otro momento de la reunión en la que usted podría querer que su hija participe es cuando se discuten las adaptaciones. Esta sección del IEP está diseñada para ofrecer los apoyos y ayudas que le permitirán salir bien en los exámenes y en los deberes escolares. Ejemplos incluyen tiempo adicional para completar los exámenes o hacer que alguien lea las instrucciones en voz alta.
La opinión de los niños puede ser importante en este asunto. Por ejemplo, el punto de vista de su hija puede hacer que el equipo del IEP decida incluir alternativas o adicionales.
¿Su hija está lista para abogar por sí misma? Está bien que su hija se siente a la mesa de la reunión y escuche. También es una gran oportunidad para que practique la autodefensa. A medida que los niños crecen, se vuelve cada vez más importante que sean capaces de decirle a los demás lo que necesitan para progresar. Las reuniones del IEP son una oportunidad excelente para comenzar a desarrollar esas habilidades.
Las escuelas conocen lo importante que es que los niños pueden abogar por sí mismos después de terminar el bachillerato. Es por eso que los estudiantes de bachillerato deben ser invitados a las reuniones del IEP en las que se discutan los servicios de transición y los planes después de graduarse. La planificación de la transición y las metas postsecundarias debería comenzar cuando su hija tenga 16 años. Sin embargo, muchos equipos de IEP comienzan estas discusiones antes si el estudiante está preparado para asistir a las reuniones.
Todos los niños pueden aportar ideas nuevas a las reuniones del IEP. El nivel de madurez de su hija y su disposición a participar son dos factores muy importantes a considerar cuando decida a cuál o cuáles partes de las reuniones del IEP su hija asistirá. La elección es suya y de su hija.