¿Es el trastorno del funcionamiento ejecutivo un verdadero diagnóstico?

No existe un diagnóstico llamado “trastorno del funcionamiento ejecutivo”. No encontrará ese término en el DSM-5, el manual que utilizan los especialistas clínicos para diagnosticar condiciones. Sin embargo, algunas personas puede que utilicen ese término para describir los problemas con las funciones ejecutivas.

Tener habilidades ejecutivas limitadas puede ocasionar problemas en todas las áreas de la vida. Esto se debe a que las funciones ejecutivas son el sistema de autogestión del cerebro. Nos permiten organizar y planificar, enfocarnos y cambiar el foco de nuestra atención, así como manejar las emociones, entre otras cosas importantes.

Las funciones ejecutivas se desarrollan más rápido durante la edad preescolar. Pero todavía son limitadas en esa etapa. Se desarrollan gradualmente durante la primaria y continúan desarrollándose hasta llegar al bachillerato y más allá. De hecho, en la mayoría de las personas las funciones ejecutivas no maduran por completo sino hasta que tienen entre 20 y 25 años.

Los problemas con el funcionamiento ejecutivo no son un trastorno en sí mismo. Pero son el factor principal en uno de los trastornos más comunes en niños: el TDAH.

Los niños con TDAH tardan más en desarrollar la función ejecutiva que la mayoría de sus compañeros. Esa demora puede causar una dificultad leve, moderada o severa con las habilidades diarias que dependen de las funciones ejecutivas. (Los problemas con el funcionamiento ejecutivo también pueden ocurrir como resultado de un golpe en la cabeza, un derrame cerebral o enfermedades como el Alzheimer).

Si su hijo está muy retrasado en el desarrollo de las habilidades ejecutivas, tal vez quiera considerar una evaluación para el TDAH. Los niños que con diferencias de aprendizaje, incluso sin tener TDAH, puede que también tengan dificultades con algunas habilidades ejecutivas. Una evaluación completa puede revelar cuáles son esas dificultades.