Cómo hablar con su hijo sobre las diferencias en la manera de pensar y aprender
De un vistazo
Hablar con sinceridad de las diferencias les muestra a los niños que no hay motivo para avergonzarse.
La primera conversación suele ser difícil, así que trate de que sea simple.
Diga a su hijo que todos somos diferentes.
Cuando los niños aprenden y piensan de manera diferente, es importante hablarles con sinceridad sobre las diferencias. Hacerlo les mostrará que no hay motivo para que se sientan avergonzados. También les hace ver que a usted le importa y quiere ayudar.
Cuándo hablar con su hijo
No piense que se trata de una sola conversación. Es necesario tener muchas conversaciones acerca de las diferencias en la manera de pensar y aprender a medida que su hijo crece. Esto ayuda a que estén comunicados, y a que el mensaje se arraigue y favorezca el desarrollo de la autoestima de su hijo.
La primera conversación es solo el comienzo. A medida que su hijo va comprendiendo más, la conversación se enriquecerá y será más fácil. Un diálogo abierto desarrolla la confianza y ayuda a los niños a resolver problemas y abogar por sí mismos.
Al principio mantenga la conversación simple. No use términos médicos o diagnósticos, eso puede hacerlo después.
Qué decir a su hijo
Los niños de todas las edades son muy observadores. Incluso los niños pequeños se dan cuenta de que hay cosas que les resultan más difíciles de hacer que a otros niños. También saben en qué son buenos, o qué hacen con más facilidad que otros.
Estas observaciones son excelentes para empezar su conversación, resaltar que todos somos diferentes. Estas son cosas que usted puede decir:
“Piensas diferente”
A los niños que piensan y aprenden de manera diferente puede que les preocupe ser “tontos”. Hable con su hijo sobre la idea de que su cerebro está “conectado distinto”. Lo importante es que entienda que pensar y aprender de diferente manera no está relacionado con la inteligencia. Para reforzar este mensaje, háblele de escritores de libros infantiles que piensan y aprenden diferente.
“Tus desafíos no te definen”
Es común que nos enfoquemos en sus dificultades. Pero los niños tienen que entender que las cosas que les gustan hacer y las cosas en que se destacan dicen más de ello que sus dificultades.
Destaque las destrezas de su hijo. Trate de ser específico pero no exagere. Los niños se dan cuenta cuando el elogio no es sincero.
También podría hablarle de personas que él admira y que piensan y aprenden de manera diferente. Podría ser un familiar, un amigo o deportistas y músicos famosos que no han permitido que sus desafíos les impida alcanzar sus sueños.
“Todos tenemos fortalezas y desafíos”
Haga hincapié en que todos tenemos aptitudes y limitaciones. Proporcione ejemplos específicos, incluyendo en qué es usted realmente bueno y qué le resulta difícil. Después pregúntele en qué es bueno su hijo y qué le cuesta trabajo. También dígale que todos necesitamos más ayuda en algo que los demás para poder mejorar.
También señale que las diferencias no siempre son visibles. Puede decirle: “Algunas diferencias son fáciles de reconocer, pero otras no”. Puede que hayan otros niños en el salón de su hijo que tengan las mismas dificultades que él.
“Puedes decirme lo que te preocupa”
Lo más beneficioso que puede hacer es escuchar las preguntas e inquietudes de su hijo. Es importante ser empático y escuchar a su hijo. Puede conducir a conversaciones más profundas sobre los obstáculos y las soluciones. Además fomentará que confíe en usted.
Intente decir cosas como: “Me alegra que hagas esa pregunta” y “sé que es incómodo hablar de esto” para facilitar que se sienta cómodo al hablar de temas delicados.
“Una discapacidad es una diferencia”
Si su hijo tiene curiosidad por la palabra “discapacidad” hable de ella. Puede explicarla diciendo que una discapacidad es una diferencia que dificulta que alguien haga algo que otros pueden hacer fácilmente.
Es recomendable usar ejemplos obvios si está hablando con niños pequeños. Por ejemplo, una persona que utiliza una silla de ruedas es discapacitada. No puede caminar o levantarse como los demás. Pero no significa que tiene dificultad en todo. Y probablemente su hijo no pensará que está en silla de ruedas cuando esa persona está haciendo la tarea de matemáticas o jugando videojuegos.
Sé que te estás esforzando
Algunos niños que piensan y aprenden de manera diferente se preocupan de que otros crean que son perezosos. A pesar de que su hijo se esfuerce, podría no terminar la tarea a tiempo ni obtener una buena calificación en el examen. Dígale que usted se da cuenta de su esfuerzo y que poco a poco las cosas mejorarán.
No es fácil hablar con los niños de ciertos temas, pero es importante hacerlo. Les muestra que pensar y aprender de manera diferente no es motivo para avergonzarse.
Averigüe cómo actuar cuando su hijo está frustrado o si no quiere ir a la escuela.
Puntos clave
Sea específico y honesto acerca de las fortalezas de su hijo.
Háblele de personas que admira, amigos, parientes y personas famosas, que también piensan y aprenden de manera diferente.
Dígale que es beneficioso expresar nuestros sentimientos y que usted está ahí para apoyarlo.