Cómo ayudar a niños de primaria a manejar los desafíos sensoriales
Conozca los desafíos sensoriales que pueden presentarse en la escuela. Obtenga recomendaciones para ayudar a su hijo durante las clases, los recreos, la hora del almuerzo y en otras situaciones.
Ir a la escuela es emocionante. Aunque también puede ser abrumador para los niños que tienen problemas para procesar todo lo que captan sus sentidos. Los sonidos, olores y sensaciones pueden ser demasiado estimulantes.
Estos son algunos de los desafíos sensoriales que podría enfrentar su hijo y estrategias que pueden ayudar.
1. Permanecer quieto
Es posible que a los niños con dificultades del procesamiento sensorial les cueste quedarse sentados quietos. Puede que jueguen con objetos, se balanceen en sus sillas o pateen los escritorios cercanos.
Para algunos niños puede ser colocar una banda elástica de ejercicio alrededor de las patas de la silla para que la puedan empujar con los pies. También puede ayudar sentarse sobre un cojín plástico abultado o una pelota de equilibrio. Pida otras recomendaciones a los proveedores de servicios de su hijo. Y pida que alguien le muestre cómo usar esos artículos apropiadamente para que no se conviertan en un problema para los demás en el salón.
2. Clase de música
Cuando los niños son sensibles al sonido, la clase de música, la banda y el coro pueden ser difíciles de tolerar.
Explique al maestro que su hijo podría necesitar utilizar audífonos o auriculares con cancelación de ruido durante la clase. Pregunte si se podría sentar cerca de la puerta. Y acuerden una señal que su hijo pueda usar cuando necesite un receso.
Si el ruido continua siendo intolerable, pregunte si su hijo puede asistir a una parte de la clase e ir aumentando el tiempo poco a poco.
3. Recreo
Las dificultades del procesamiento sensorial pueden causar problemas con las habilidades motrices. Puede que los niños tengan dificultad con el equilibrio o para saber la posición de sus cuerpos en relación a los demás. Podrían ser muy rudos cuando juegan o sentirse incómodos con algunos juegos en el parque, como los columpios.
Trate de identificar los problemas específicos que tiene su hijo. Pregúntele qué sucede en el recreo: qué le cuesta, qué le gusta y por qué. También pregunte a los maestros qué es lo que han notado. Luego piense con su hijo en maneras de mejorar la experiencia del recreo. Tal vez los juegos que requieren correr sean mejor que columpiarse. O podría practicar el uso de los juegos en el parque infantil antes o después de la escuela.
4. Escritura
Los niños que tienen dificultad con las habilidades motrices finas pueden tener problemas para escribir las letras con claridad. También puede que les cueste ajustar la fuerza que emplean al escribir. Mientras que algunos podrían romper lápices, otros podrían escribir demasiado tenue.
Los sujetadores de lápices pueden ayudar a sostener los lápices con más comodidad y darles una mejor idea de cuán fuerte los están sosteniendo. Pregunte al maestro si puede utilizar papel con líneas en relieve. Ayuda a los niños a sentir dónde están escribiendo. Tenga en cuenta que usted o el maestro tendrán que mostrarle a su hijo cómo utilizar estas herramientas.
5. Hora del almuerzo
Mesas llenas. Niños hablando al mismo tiempo. Y ese olor característico del comedor escolar. Pasan muchas cosas a la hora del almuerzo. Y esto puede ser intolerable para algunos niños con dificultades del procesamiento sensorial.
Pregúntele a su hijo qué es lo más abrumador. Trate de encontrar soluciones con la escuela. Por ejemplo, quizás haya un área en el comedor que es menos concurrida, donde puedan comer su hijo y sus amigos. Un niño que no soporta el olor a mantequilla de maní puede sentarse en otra mesa.
6. Clase de arte
La clase de arte puede ser estresante para los niños que son sensibles a las texturas o a los olores. Las manos sucias, la textura de los materiales y el olor a pintura los pueden incomodar.
Ayude a su hijo a explicarle al maestro de arte qué es lo que le causa incomodidad. Piensen juntos en otras maneras de usar los materiales. Pregunte al maestro si hay otras maneras en que su hijo puede demostrar lo que aprendió. Por ejemplo, usar crayones de cera en lugar de pintura para hacer una paleta de colores.
7. Clase de gimnasia
Los silbatos agudos y el ruido en los gimnasios pueden ser un desafío para los niños que son sensibles a los sonidos. Y cuando los niños tienen dificultades con las habilidades motrices, actividades que incluyen jugar con una pelota o correr pueden ser difíciles para ellos.
Utilizar audífonos o auriculares pueden reducir los sonidos fuertes. Hable con el maestro de gimnasia acerca de esta posibilidad. También le puede pedir que lo mantenga informado de las próximas actividades de la clase. De esta manera puede preparar a su hijo con anticipación, practicando ciertas habilidades en la casa. Si su hijo tiene un IEP, pregunte sobre la educación física adaptada: una clase que enseña habilidades con anticipación y en un grupo pequeño.
8. Asambleas y presentaciones escolares
Su hijo podría estar expuesto a mucha información sensorial a la que no está acostumbrado en eventos de este tipo. Posiblemente haya mucha personas, ruidos fuertes y disfraces que pican, y a veces todo al mismo tiempo.
Discuta con la escuela la creación de un plan que tenga en cuenta las necesidades de su hijo. Acuerde que su hijo se pueda sentar cerca de una puerta. Solicite que le avisen con antelación de las asambleas. Y averigüe si hay un lugar donde su hijo se pueda cambiar de ropa después de la presentación.
9. Anuncios y simulacros de incendio
Los ruidos fuertes e inesperados, como los anuncios por micrófono o los simulacros de incendio, pueden causar pánico en algunos niños. Otros niños tienen dificultad para filtrar sonidos que no son importantes. Y por lo tanto, no ponen suficiente atención en el salón de clases.
Hable con el maestro sobre la posibilidad de sentar a su hijo alejado de los altavoces. Quizás ayude que el maestro utilice una señal que le advierta de simulacros de incendio. También podría ayudar entregarle una lista visual de anuncios para que su hijo se prepare.
10. Sobreestimulación generalizada
Procesar los estímulos sensoriales a lo largo del día en la escuela puede ser abrumador para algunos niños. Es posible que se aíslen o tengan una crisis sensorial.
Informe al maestro de su hijo cómo distinguir un berrinche de una crisis emocional. Desarrolle un plan con su hijo y el maestro para identificar los desencadenantes. Establezcan un plan de acción con los pasos a seguir en caso de que su hijo ya esté sobreestimulado. Y solicite en la escuela que a su hijo se le proporcione un lugar tranquilo al que pueda dirigirse cuando se sienta abrumado.
Descubra estrategias que puede probar en la casa para apoyar a los niños con dificultades del procesamiento sensorial.