Cómo ayudar a preadolescentes y adolescentes a hablar de sus desafíos con los amigos
No es fácil hablar con los amigos sobre nuestras diferencias en la manera de pensar o aprender. En especial cuando se es preadolescente o adolescente. Los padres pueden ayudar a sus hijos. Aquí le decimos cómo.
Los adolescentes y preadolescentes se suelen preocupar mucho por su vida social y sus amistades. Si tienen TDAH o una diferencia del aprendizaje, tal vez hablen de sus desafíos con sus amigos. Pero algunos no saben cómo explicarlo o no quieran llamar la atención.
Si su hijo adolescente o preadolescente está preparado para hablar con sus amigos sobre sus diferencias, es posible que necesite su ayuda. Estas son algunas situaciones comunes y maneras de ayudar a su hijo a hablar de esto con sus amigos.
1. Servicios fuera del aula
Su hijo sale del aula para recibir servicios de apoyo y sus amigos se preguntan adónde va.
Enseñe a su hijo a considerar este apoyo como una ayuda con sus desafíos, en lugar de como una limitación.
Qué pueden decir los niños: “La dislexia me dificulta captar los patrones de las letras para poder leerlas y deletrearlas. Por eso recibo ayuda adicional en otro salón para facilitarme un poco las cosas”.
2. Notar las adaptaciones
Los amigos se dan cuenta de que su hijo utiliza adaptaciones en el aula y le preguntan sobre eso.
Anime a su hijo a hablar de sus fortalezas y desafíos. Si su hijo acepta sus adaptaciones y no teme hablar de ellas, puede facilitar que los demás sean comprensivos.
Qué pueden decir los niños: "Tengo muchas y muy buenas ideas en mi cabeza. Pero me cuesta escribirlas. Por eso voy a otro salón y utilizo una herramienta de voz-a-texto en los exámenes. Es como usar lentes para ver mejor”.
3. Pedir ayuda a un amigo
Su hijo suele olvidar sus útiles escolares y necesita la ayuda de un amigo.
Recuerde a su hijo que está bien que sus compañeros lo apoyen. Anímelo a pedir ayudar a sus amigos cercanos cuando la necesite.
Qué pueden decir los niños: "A mi cerebro le encanta revisarlo todo. Pero a veces eso significa que no escuche algo que dijo el maestro. ¿Me podrías ayudar a recordar la tarea? Me ayudarías mucho”.
4. Explicar los desafíos
Los amigos preguntan por qué una tarea o asignatura es difícil para su hijo.
Dígale a su hijo que todos tenemos fortalezas y desafíos. Guíe a su hijo para que hable de las suyas.
Qué pueden decir los niños: "Mi cerebro funciona mejor cuando me gusta el tema. Me cuesta concentrarme en cosas que me aburren o me resultan fáciles. No es que sea un mal estudiante. Simplemente proceso las cosas de forma diferente”.
5. Responder a las dudas
Un amigo duda de su hijo y afirma que su TDAH no es real.
Anime a su hijo a expresar su punto de vista y confirmar que su TDAH es real.
Qué pueden decir los niños: "Tener TDAH es como tener un cerebro superactivo que siempre está explorando. Cuando tengo que quedarme quieto en un lugar para aprender, es como tratar de mantener a un cachorro muy activo en una habitación pequeña. Es algo real que afecta mi manera de aprender”.
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