Por qué algunos niños se descontrolan cuando regresan de la escuela
De un vistazo
Es común que los niños se descontrolen cuando regresan a casa de la escuela.
Puede que consideren la casa un lugar seguro para desahogarse.
Los niños pueden aprender habilidades para lidiar con el estrés escolar.
No es inusual que un niño asista a la escuela de buen humor, parezca estar perfectamente bien todo el día y al regresar a casa se descontrole. Grita, se queja, llora, parece como si fuera un niño completamente diferente.
¿Qué ocurre entre el aparente buen día en la escuela y el descontrol en la casa? A menudo la respuesta es simple. Los niños están agotados y el hogar puede que sea un lugar seguro para desahogarse. Conozca más acerca de por qué los niños se descontrolan después de la jornada escolar.
Qué puede causar las crisis después de la jornada escolar
Para muchos niños es extenuante estar todo el día en la escuela, ya sea en persona o virtualmente.
Los niños pasan todo el día tratando de permanecer sentados, concentrados, responder preguntas y hacer sus deberes en clase. Además, hay reglas y rutinas que deben tener en cuenta. Y tienen que intentar llevarse bien con los otros niños.
Los niños no siempre tienen el autocontrol ni las habilidades necesarias para manejar el estrés. Algunos adquieren estas habilidades observando a otras personas. Pero muchos otros, especialmente los que piensan y aprenden de manera diferente, necesitan que les enseñen estas habilidades.
Tal vez sean más sensibles a las exigencias de la escuela. O puede que tengan dificultad con las matemáticas, la lectura o la escritura. Al final del día no les queda energía para mantener sus emociones bajo control. Y es posible que ni siquiera sepan que están abrumados.
Esta situación no es del todo negativa. Es bueno cuando los niños se sienten seguros en sus casas y expresan sus emociones. Confían en que las personas que están allí los quieren sin importar cómo actúen y los ayudarán a aprender a calmarse.
Cómo pueden ayudar los padres, cuidadores y maestros
Para evitar el descontrol después de la escuela, los niños deben ser capaces de expresar sus sentimientos en el momento en que los están sintiendo, no solo en la casa. Necesitan estrategias para tranquilizarse cuando se enojan. Los padres y los maestros pueden trabajar juntos para que los niños desarrollen esas habilidades.
Pero antes de que los maestros puedan ayudar, necesitan saber qué es lo que está ocurriendo en la casa. Eso significa que los padres y cuidadores necesitan acercarse y explicarles lo que están observando.
Padres y cuidadores: Tomen notas de lo que están observando en la casa para compartirlas con el maestro. Conozcan cómo detectar patrones en el comportamiento del niño.
Para maestros: Observen detenidamente si el estudiante está teniendo dificultades en algún área, incluso si no han visto señales de estrés. Estén atentos a cualquier tipo de acoso o burlas que pudieran estar ocurriendo.
Si las crisis suceden a menudo o empeoran, los padres pueden hablar con el médico de sus hijos. Los proveedores de atención médica pueden ayudar a determinar qué está causando ese comportamiento y proponer pasos a seguir.
Manejar las crisis después de la jornada escolar
No es fácil ver a los niños molestos o enojados. Estas son maneras de ayudar a los niños a lidiar con sentimientos abrumadores al final del día.
Deles un refrigerio. Algunos niños se ponen de mal humor cuando tienen hambre. Puede ayudar ofrecerles un refrigerio y una bebida al salir de la escuela o de camino a la casa.
Permanezca en silencio. Deje para más tarde las preguntas sobre la escuela. La mayoría de los niños necesitan primero relajarse antes de hablar sobre su día.
Reconsidere la rutina de la tarea. Es difícil ponerse a hacer la tarea inmediatamente después de llegar de la escuela. Primero déjelos jugar o no hacer nada para que se recuperen.
A veces los arrebatos emocionales pueden "tomar vuelo" y volverse más intensos. Obtenga recomendaciones para controlar las crisis y las rabietas.
Puntos clave
Puede que los niños todavía no sepan cómo expresar sus sentimientos cuando se presentan.
Aplicar técnicas sencillas de relajación pueden ayudarlos a calmarse.
Los padres y los maestros pueden enseñar a los niños maneras de controlarse y sobrellevar situaciones difíciles.