Señales del trastorno del lenguaje receptivo
El trastorno del lenguaje receptivo es una condición de por vida que dificulta entender lo que dicen los demás. No es un problema auditivo, sino para entender el significado del lenguaje.
Tener dificultad con estas habilidades puede afectar el aprendizaje, el trabajo y la vida diaria. Puede ser un impedimento para socializar, tanto para niños como adultos. Además, puede afectar negativamente la autoestima y la confianza en uno mismo.
El trastorno del lenguaje receptivo está relacionado con el desarrollo. Las primeras señales se pueden manifestar en edad preescolar y continuar hasta la adultez. Los niños que tienen el trastorno del lenguaje receptivo también suelen tener dificultades con el lenguaje expresivo.
Las personas pueden ser diagnosticadas con el trastorno del lenguaje expresivo a cualquier edad. Es importante identificarlo y tratarlo lo antes posible, para ver resultados más pronto. La terapia del habla puede mejorar las destrezas con el lenguaje.
Estas son algunas señales del trastorno del lenguaje receptivo a diferentes edades:
Preescolar
Tiene dificultad para identificar objetos.
Kínder - 2o grado
Tiene dificultad para contestar preguntas.
Espera a ver qué hacen los otros niños antes de actuar.
Tiene dificultad para concentrarse cuando alguien está hablando, sobre todo si hay ruido de fondo.
Termina solo la mitad de una tarea.
2o - 5o grado
Pareciera que escucha, pero no reacciona.
Da respuestas vagas o que no están relacionadas con la conversación.
A menudo pide que se le repita lo que se ha dicho.
Tiene un vocabulario más limitado que otros niños.
Pre-adolescentes y adolescentes
Tiene dificultad para seguir una conversación en grupo.
Rara vez hace preguntas o comentarios durante conversaciones o discusiones en clase.
Recuerda detalles, pero no el contexto general.
Malinterpreta lo que se ha dicho.
No entiende chistes o entiende las cosas de forma literal.
Pareciera no tener interés en la conversación.
Evita clubes o actividades extraescolares.
Edad adulta
No entiende el lenguaje empleado en el lugar de trabajo.
Tiene dificultad para seguir conversaciones en reuniones.
Tiene dificultad para contestar preguntas durante una reunión.
No contesta cuando las personas dicen algo.
Parece tímido o poco sociable.
Evita las reuniones sociales.
Malinterpreta conversaciones y situaciones y se ofende.
Tanto adultos como niños que tienen el trastorno del lenguaje receptivo pueden sentirse aislados. Pero hay maneras de mejorar estas habilidades.
Las señales visuales y los organizadores escritos pueden ayudar a los niños a comprender información transmitida verbalmente en clase. Los grupos de habilidades sociales y los juegos de roles pueden ayudar a interactuar con otros niños. El uso del correo electrónico y los mensajes de texto pueden ayudar a los adolescentes y adultos que tienen dificultad para seguir información verbal.
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