¿Debería contarle a nuestra comunidad religiosa sobre las dificultades de aprendizaje y de atención de mi hija?
A mi hija le cuesta quedarse sentada durante los servicios religiosos. Le llevamos juguetes pequeños y hacemos actividades silenciosas para mantenerla ocupada. A pesar de eso, ella todavía habla demasiado alto y perturba el sermón. ¿Debería decirle al pastor acerca de las dificultades de aprendizaje y de atención de mi hija? ¿Cómo podría comenzar?
Sí, está bien que converse con un miembro de su comunidad religiosa acerca de las dificultades de aprendizaje y atención de su hija. Probablemente su recinto religioso ya tenga alguna experiencia ayudando a los miembros más jóvenes a lidiar con los retos de conducta. Algunas organizaciones religiosas tienen guías en línea para educar al personal sobre de las dificultades de aprendizaje y de atención.
Pida consejo a algunos de los miembros del grupo religioso acerca de cómo puede hacer para ayudar a su hija a participar de los servicios religiosos y las actividades. Por ejemplo, si usted pertenece a una sinagoga, vea si el rabino lo puede ayudar a encontrar un tutor de hebreo que tenga experiencia con las dificultades de aprendizaje y atención.
Usted mencionó que lleva juguetes para ayudar a mantener a su hija ocupada. Seguramente puede haber alguna habitación o salón para los niños para que usted y otros adultos puedan enfocarse en el sermón. Pregunte qué recursos están disponible.
También sería una buena idea que hablara con el maestro de la escuela dominical o el director de los programas de verano. Esté preparado para pensar en ideas. Si usted está desarrollando una buena relación con el maestro de su hija en la escuela, podría pedirle que hable con el maestro de la escuela dominical. El objetivo es tener ideas y estrategias que funcionen para su hija.
Tenga presente que lo que usted le diga a un miembro del grupo religioso es confidencial. Esto puede ser un recurso muy importante para las familias que sienten que no pueden hablar con amigos o familiares acerca de las dificultades de aprendizaje y atención de su hijo. Además de ayudar a su hija, usted podría querer hablar con el pastor si usted tuviera problemas lidiando con sus emociones.