¿Niño impaciente? Por qué algunos niños no pueden esperar su turno
De un vistazo
Todos los niños son impacientes de vez en cuando, en especial los más pequeños.
Algunos niños son impulsivos y tienen dificultad para esperar su turno.
Cuando los niños mayores son demasiado impacientes, es posible que necesiten más apoyo.
No es fácil para un niño esperar su turno si hay algo que quiere decir o hacer. Esto sucede particularmente en los niños pequeños ya que están desarrollando el autocontrol. Pero a medida que los niños crecen, suelen ser capaces de esperar.
Averigüe por qué algunos niños tienen dificultad para ser pacientes y esperar su turno.
Cómo se manifiesta la impaciencia extrema
Los niños que tienen dificultad para ser pacientes podrían:
Responder preguntas en clase antes de que les den la palabra.
Abrirse camino a empujones para llegar al principio de la fila cuando hay algo divertido que hacer.
Interrumpir una conversación para poder expresar sus ideas de inmediato.
Agarrar juguetes de otros niños o insistir en jugar con ellos primero.
Tratar de apresurar a otras personas en lo que están haciendo.
Los niños que no pueden esperar su turno también pueden sentirse frustrados con ellos mismos. Saben cómo se supone que deberían comportarse, pero tienen que luchar contra su intenso deseo de hacer las cosas de inmediato.
Qué causa la impaciencia constante
La mayoría de los niños son impacientes de vez en cuando. Pero si sucede todo el tiempo, es posible que haya otra causa.
Una causa común es la impulsividad. Los niños impacientes no es que se estén “portando mal”, sino que se les dificulta detenerse a pensar antes de actuar. Los niños con tienden a ser impulsivos e impacientes.
También podrían tener dificultad para esperar su turno si tienen problemas para entender y seguir las normas sociales. Por ejemplo, tomar turnos al conversar.
Cómo ayudar
Examine detenidamente el comportamiento impaciente. ¿Ocurre a la misma hora del día o en determinadas situaciones? Puede que detecte patrones importantes. Anote sus observaciones.
Tener anotaciones facilita que los padres, maestros y otros intercambien información y propongan estrategias que ayuden en la casa y en la escuela. También es recomendable que los padres y cuidadores le comuniquen sus preocupaciones al médico de sus hijos.
Dar elogios específicos puede motivar a los niños a ser más pacientes. Cuando note que han sido pacientes, dígales algo como esto: “Gracias por esperar pacientemente tu turno para hablar”.
Descubra otras maneras de ayudar a los niños a desarrollar el autocontrol.
Puntos clave
Los niños que tienen problemas de autocontrol no están únicamente “portándose mal”.
El TDAH y los problemas con las habilidades sociales pueden dificultar que los niños esperen su turno.
Observe el comportamiento y tome notas. Puede que así detecte patrones importantes.