Cómo hablar de lo que observa en su hijo con las personas que lo cuidan
Seguramente usted conversa con el maestro en la guardería, la niñera o el familiar que cuida a su hijo cuando lo deja con ellos o cuando lo recoge. Pero es diferente hablarles sobre los desafíos que usted ha observado en su hijo. ¿Cómo empezar la conversación? ¿Qué debería decir o preguntar?
Si le incomoda hablar de ese tema, incluso con familiares que cuidan a su hijo, usted no es el único. Tenga en cuenta que la razón de tener esa conversación es intercambiar y comparar lo que han observado para tener una idea más clara de lo que está ocurriendo.
Estos ejemplos sobre cómo iniciar la conversación pueden ayudarlo a planificar qué decir. Úselos como una guía cuando esté anotando sus propias preguntas.
Estas son algunas reglas generales a seguir:
Sea preciso.
Sea específico.
Comparta información.
Haga preguntas.
Siga preguntando si no le queda claro.
Solicitar la conversación
Puede ser difícil iniciar la conversación, no solo porque el tema puede ser difícil de abordar, sino también porque a veces es difícil encontrar el momento propicio para hablar sin prisas ni interrupciones.
Lo que usted puede decir: “¿Podríamos buscar un momento para hablar sobre cómo van las cosas?”.
Iniciar la conversación
Especifique que la conversación no es sobre cómo interactúa la otra persona con su hijo. Aclare que usted quiere hablar de ciertas cosas que lo preocupan.
Lo que usted puede decir: “Usted pasa mucho tiempo con Tomás y lo conoce bien. He notado algunos problemas de comportamiento y me gustaría saber su opinión”.
Compartir lo que usted ha observado
Tal vez le preocupe ser juzgado, pero tenga en cuenta que está hablando con una persona de su confianza y que se preocupa por su hijo. Es importante ser tan abierto como sea posible. Comparta detalles y sea específico.
Lo que usted puede decir: “He notado que Tomás parece actuar sin pensar, juega de forma más ruda que otros niños y reacciona exageradamente cuando algo no sale exactamente como estaba planeado. Me preocupa”.
Preguntar lo que ellos han observado
Comience con preguntas abiertas. Si usted les da la oportunidad de que proporcionen información detallada, es más probable que lo hagan. Hágales saber que usted quiere que sus observaciones sean sinceras.
Lo que usted puede decir: “¿Me puede decir cómo le ha ido a usted con mi hijo? ¿Ha notado algún comportamiento similar o cualquier otra cosa que crea que pudiera serme de utilidad?”.
Dar seguimiento a la información recibida
Pida que le den detalles o ejemplos específicos para tener un panorama más completo.
Lo que usted puede decir: “¿Puede describir a qué se refiere cuando dice que Tomás no le hace caso? ¿Cómo se evidencia? ¿Me puede dar un ejemplo y contarme más sobre lo que usted hizo y cómo reaccionó Tomás?”.
Finalizar la conversación
Hágales saber que usted aprecia su franqueza y que tal vez quiera volver a hablar en otra ocasión.
Lo que usted puede decir: “Esta fue una conversación difícil. Gracias por escucharme y decirme lo que ha notado. Por el momento voy a procesar todo esto, pero tal vez tenga otras preguntas más adelante”.
Incluso cuando sea duro escuchar lo que otros le dicen, es importante tener esa conversación. Le proporciona una idea más clara de cómo se comporta su hijo cuando está con otras personas.
Puntos clave
Encuentre un momento propicio para hablar cuando nadie tenga prisa.
Sea claro y específico en su conversación. Haga preguntas.
Haga preguntas abiertas para obtener información más detallada.