Deportista con dislexia cuenta cómo superó su dificultad con la lectura
Armoni Coppins, 18 años, originario de Derby, Kansas, es un campeón de lucha libre y fútbol americano. En su tercer año de bachillerato ganó el campeonato estatal de fútbol y logró el sexto lugar en lucha libre a nivel estatal. En su último año de bachillerato se convirtió en el mejor ala cerrada (posición "tight end") de todas las ligas, obtuvo el primer lugar en las regionales de lucha libre y competirá a nivel estatal.
Aunque estas hazañas sean impresionantes no son su mayor logro, según su mamá, Nikki. Desde sus primeros años en el sistema de hogares de acogida, hasta su adopción por sus tíos y sus triunfos en bachillerato, Armoni ha tenido dificultad con la lectura. Pero también ahí, su perseverancia y determinación lo han ayudado a salir adelante.
Armoni fue estudioso en la escuela, pero desde el principio tuvo problemas con la lectura. Según su mamá, sus maestros a veces dudaban de que pudiera mejorar. Pero tanto sus padres como él estaban seguros de que podía progresar si recibía ayuda especial con sus dificultades de lectura.
En cuarto grado, Armoni fue diagnosticado con , y . Se le prescribió medicación que lo ayudó a enfocarse. Pero la lectura seguía siendo un problema. “Cuando supe lo la dislexia pensé que era tonto”, recuerda Armoni. “Después me di cuenta de que tan solo aprendía de manera diferente, y aveces pensaba de manera distinta. Pero sabía que era bueno en matemáticas e historia, y era un niño inteligente”.
Finalmente, en su primer año de bachillerato Armoni empezó a trabajar con expertos en el programa nacional Take Flight. Durante dos años de terapia individual intensa, trabajó con instructores de las seis habilidades básicas de lectura efectiva y aprendió una nueva manera de leer. Eso hizo una diferencia enorme.
“En séptimo grado estaba al nivel de lectura de un estudiante de segundo grado”, recuerda Armoni. “Cuatro años más tarde ya estaba al nivel de mi grado escolar. También fui capaz de descifrar palabras sin sentido, algo en lo que solía ser pésimo”.
La mamá de Armoni también estaba impresionada con el programa, “Take Flight fue cuando vimos el mayor progreso y notamos que su seguridad en sí mismo mejoró”, comenta. “Él sabe más del idioma inglés que la mayoría de los adultos”.
Hoy en día, Armoni siente que puede hacer cualquier cosa. “Planeo ingresar a la universidad y estoy considerando convertirme en conductor de tren. Pero mantengo todas las opciones abiertas”, afirma.
Su consejo para otros niños con diferencias de aprendizaje: “Aprovechen todas las oportunidades de aprender que tengan. Al principio será difícil, pero se hará más fácil conforme avancen. Con esfuerzo y perseverancia, ¡lo lograrán!”.
Armoni es un ejemplo de que su consejo funciona. “Me siento tan orgullosa de Armoni por no rendirse”, dice Nikki. “Aunque la lectura fue un gran reto, él se esforzó y mantuvo una actitud positiva. Su persistencia dio frutos. No solo estoy orgullosa de sus logros académicos y atléticos, sino también de la persona que es”.