Desafíos comunes del Día de Acción de Gracias para niños con TDAH
De un vistazo
El Día de Acción de Gracias puede ser un día complicado para los niños con TDAH.
El cambio de rutina puede causarles inquietud.
Usted no puede controlar el caos de los eventos familiares numerosos, pero puede prepararse para ellos.
Así como para algunas familias el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) es una celebración agradable, para los niños con TDAH puede ser una situación difícil. Esto es especialmente cierto si la festividad implica reuniones y permanecer sentado por mucho tiempo. Estas son algunas de las situaciones problemáticas comunes y lo que usted puede hacer para ayudar.
Rutinas interrumpidas
El problema: Si va a viajar para el Día de Acción de Gracias, su hijo tal vez tenga que dormir en un lugar desconocido y seguir un horario que no es el usual. Incluso si usted es el anfitrión, las rutinas familiares se pueden ver interrumpidas. Esto es difícil para los niños con TDAH.
Qué hacer: Mantenga las rutinas de su hijo tanto como sea posible. Trate de organizar el viaje o los horarios de las visitas de manera que su hijo coma y duerma a las horas habituales. Adviértale con anticipación de cualquier interrupción que pueda prever. Explíquele lo que sucederá. Luego, recuérdele en cada etapa qué sigue a continuación.
Esperar para la gran comida
El problema: Cuando todo se centra en una sola comida, la espera puede parecer una eternidad para algunos niños. Es posible que se aburran o se pongan de mal humor, lo que puede resultar en peleas o berrinches.
Qué hacer: Antes del Día de Acción de Gracias pida a sus familiares que lo ayuden a organizar actividades durante la mañana. Un abuelo o tío podría llevar a su hijo al parque. Algún primo mayor podría organizar un juego para los más pequeños. Haga saber a los niños con anticipación qué sucederá y cuándo. De esta manera, la cena no será lo único que esperan.
El caos del grupo
El problema: Si su Día de Acción de Gracias incluye a muchas personas, su hijo se podría sentir incómodo por el ruido y la actividad. El caos lo podría distraer, abrumar o estimular excesivamente.
Qué hacer: Ya sea que estén en casa o en otro lugar, encuentre un sitio donde su hijo pueda estar alejado del bullicio durante cierto tiempo. Acuerden un lugar donde pueda estar a solas escuchando música, leyendo o dibujando.
Padres ocupados
El problema: Algunos niños pequeños necesitan que los adultos les den instrucciones constantemente. Esto es difícil cuando usted está preparando la cena y ocupándose de los invitados.
Qué hacer: Primero, trate de adelantar lo más que pueda antes del Día de Acción de Gracias. Haga las compras necesarias y pida a los invitados que traigan los acompañamientos. De esa manera estará más disponible para constatar con frecuencia que su hijo está bien. Y no olvide delegar. ¿Hay algún pariente a quien le gustaría cuidar a su hijo en la mañana? Busque libros para colorear o rompecabezas para entretener a su hijo mientras usted está ocupado.
Hablar por turnos
El problema: Puede que algunos niños hablen sin parar antes, durante y después de la cena. Esto puede molestar a algunos invitados. Los niños que son impulsivos y reaccionan rápidamente sin pensar podrían interrumpir a un familiar que está hablando para contar algo. O podrían gritar repentinamente si se emocionan. Si un invitado le reclama, su hijo podría responder de una manera que parezca grosera.
Qué hacer: Antes del Día de Acción de Gracias practiquen maneras adecuadas en las que su hijo podría iniciar, sumarse y finalizar conversaciones con los invitados. Acuerde con su hijo una frase o señal que usted utilizará para recordarle que es momento de dejar que alguien más hable.
Permanecer sentado durante una cena prolongada
El problema: Las comidas largas pueden ser particularmente problemáticas para los niños con TDAH. Puede que les cueste permanecer sentados mientras un familiar da su discurso de agradecimiento, o esperando que sirvan los diferentes platos. Añada a esto la variedad de comidas desconocidas y las conversaciones de los adultos y tendrá todos los ingredientes para una crisis.
Qué hacer: Recuerde que su hijo se portará mejor con algunas indicaciones claras, como no interrumpir a los adultos. Pero disminuya sus expectativas. El Día de Acción de Gracias no es el día para esperar un comportamiento ejemplar. Si hay otros niños, considere tener una mesa de niños. Pero también puede permitirles que se paren de la mesa entre que sirvan un plato y el siguiente. Los adolescentes podrían estar a cargo de hacer entretenida la cena para los invitados más pequeños.
Puntos clave
Hable con su hijo con antelación acerca de lo que pasará ese día.
Cuanto más sepan los niños lo que pasará, menos posibilidades habrá de que se sientan ansiosos o de que surjan conflictos debido al cambio de rutina.
Incluso puede practicar con anticipación algunas conversaciones o interacciones que podrían suceder durante la cena.