Ausentismo crónico: Lo que necesita saber
De un vistazo
Faltar dos días a la escuela en un mes puede no parecer mucho, pero puede llevar a que se considere que el niño está crónicamente ausente.
Las políticas de asistencia escolar a menudo cuentan las ausencias justificadas igual que las ausencias injustificadas.
Las ausencias frecuentes pueden afectar el progreso académico de su hijo.
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Muchos padres puede que no se den cuenta de la frecuencia con que su hijo se ausenta de la escuela. Faltar un día de vez en cuando puede que no parezca un gran problema comparado con faltar varios días seguidos. Pero ausentarse solo dos días en un mes puede llevar a que se considere que su hijo está crónicamente ausente.
Las ausencias crónicas impiden que los niños reciban la instrucción consistente que necesitan para desarrollar habilidades básicas. Y en el caso de los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención hay algo más que tener en cuenta: las ausencias frecuentes no solo significan menos enseñanza, sino también oportunidades perdidas de intervención, repaso y progreso.
Conozca más acerca del problema del ausentismo crónico.
¿Qué es el ausentismo crónico?
Algunos estados definen el ausentismo crónico como faltar más del 10 por ciento del año escolar. En algunos estados, faltar 18 días o más significa que un estudiante está ausente de manera crónica. En otros estados, son 15 o más días.
El ausentismo crónico incluye ausencias justificadas (como por estar enfermo) y también incluye ausencias injustificadas y acciones disciplinarias, como ser expulsado temporalmente.
Faltar cierto número de días, por cualquier motivo, provoca que las escuelas comiencen un proceso de ausentismo escolar. Esto implica documentar la asistencia y presentar un informe ante una agencia estatal, el distrito escolar local y un cuerpo de seguridad.
Cuántos niños faltan frecuentemente a la escuela y por qué
Más del 15 por ciento de todos los estudiantes en Estados Unidos se clasifican como ausentes crónicos. Ese número es significativamente mayor entre los estudiantes de . Un estudio a nivel nacional encontró que los chicos que tienen dificultades como , y tienen el doble de probabilidad de ser ausentes crónicos en comparación con los chicos que no tienen estas dificultades. (Abra un PDF del estudio.)
La ansiedad social es una de las principales razones por las que los niños no asisten a la escuela. Los problemas académicos y ser acosado también son razones comunes por las cuales los niños evitan la escuela. Si los niños sienten que no los quieren en la escuela, si están fallando constantemente o si temen a sus compañeros, puede que intenten evitar tener que ir a la escuela.
De igual manera, si los niños no se sienten comprendidos, están aburridos de sus clases o son constantemente disciplinados, pueden comenzar a resistirse de ir a la escuela. Los estudiantes provenientes de familias de bajos ingresos a menudo faltan a la escuela por otras razones adicionales, incluyendo problemas de salud, vivienda y transporte.
El impacto de faltar a la escuela
Faltar a la escuela en los primeros años escolares puede tener un efecto de bola de nieve. Hace que los niños se atrasen en la adquisición de habilidades lectoras fundamentales que necesitan para avanzar hacia trabajos más complicados.
La investigación muestra qué tan grande puede ser el impacto. Un estudio en California examinó a chicos que estaban ausentes de manera crónica, tanto en kínder como en primer grado. Al finalizar tercer grado, solo uno de cada seis eran lectores competentes. Sin embargo, dos tercios de los niños que faltaron menos del 5 por ciento de las clases eran lectores competentes. (Vea un PDF del estudio.)
Para algunos niños, las ausencias frecuentes pueden convertirse en un hábito a largo plazo. Las investigaciones muestran que los chicos a los que se les permite faltar a la escuela cuando son pequeños, tienen más probabilidad de faltar a la escuela cuando son mayores. Y eso a su vez, puede resultar en otras consecuencias.
La ausencia crónica afecta los índices de graduación del bachillerato y las posibilidades de éxito en la universidad. En un estudio de Rhode Island (PDF aquí), solo 11 por ciento de los estudiantes de bachillerato con ausencias crónicas llegaron al segundo año de universidad, comparado con 51 por ciento en el caso de los estudiantes que no faltaron mucho a la escuela.
Cómo afectan las ausencias a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención
Los estudiantes con dificultades de aprendizaje y de atención pueden preferir quedarse en casa debido al estrés que sienten en la escuela. No obstante, las ausencias crónicas pueden tener un impacto incluso mayor en los estudiantes que tienen dificultades de aprendizaje y de atención. Ya de por sí es complicado dominar las lecciones en la escuela con el apoyo del maestro o el asistente, así que tratar de hacerlo en casa puede ser aún más difícil.
Además, cada día de aprendizaje se basa en el día anterior. Cuando los chicos se ausentan varios días seguidos, puede ser difícil seguir las lecciones siguientes. Y cuando los niños no están en la escuela, pierden oportunidades de ser identificados para recibir intervenciones y apoyos adicionales.
Esfuerzos para reducir el ausentismo crónico
El ausentismo crónico solía ser un problema oculto. Pero la Ley Cada Estudiante Triunfa (ESSA, por sus siglas en inglés) está empezando a dilucidar cuántos estudiantes faltan frecuentemente a la escuela. La ley requiere que todos los reportes de calificaciones estatales, distritales y escolares empiecen a incluir esta información.
Muchos estados también optaron por centrarse en este problema en sus planes estatales de ESSA. Estos nuevos esfuerzos por reducir el ausentismo crónico significan que es más probable que los padres reciban una llamada telefónica de la escuela cuando su hijo falta por cualquier motivo.
Qué pueden hacer los padres
Es importante hacer un seguimiento de cuántos días falta su hijo a la escuela. También hay cosas que puede hacer para ayudar a su hijo a querer ir a la escuela, o que al menos no trate de evitarlo:
Hable con su hijo. Trate de averiguar el motivo de faltar a la escuela. Juntos pueden proponer soluciones.
Llame a la escuela y hable con un adulto que conozca a su hijo, como el consejero escolar, el administrador, el maestro o el coordinador de servicios. Averigüe cómo puede ayudar la escuela.
Si su hijo tiene problemas en la escuela y usted no sabe por qué, considere evaluar a su hijo.
Si su hijo tiene un , asegúrese de que todos los apoyos y servicios están siendo implementados.
Obtenga recomendaciones acerca de cómo responder cuando los niños dicen que no quieren ir a la escuela.
Si la ansiedad social parece ser un problema importante para su hijo, puede comenzar a mantener un registro de la ansiedad que lo ayude a identificar patrones de comportamiento y estrategias para tranquilizarlo. También puede que quiera conocer más sobre el problema del acoso o bullying, y cómo proteger a su hijo del bullying.
Puntos clave
El ausentismo crónico solía ser un problema oculto, pero muchos estados están comenzando a prestarle atención.
Cuando los niños con dificultades de aprendizaje y de atención se ausentan de la escuela, pierden enseñanzas básicas y oportunidades de recibir apoyos adicionales.
Hable con su hijo para averiguar el motivo por el que falta a la escuela y juntos propongan soluciones.