Qué hacer cuando su hijo se niega a usar cierto tipo de ropa de invierno
Cuando hace frío o está húmedo, queremos que los niños se abriguen para que no se enfermen. Muchos niños consideran que las prendas de invierno son apretadas, voluminosas, causan comezón o son calurosas. Algunos son demasiado sensibles a la textura de la tela. En lugar de sentir que la lana pica, puede que sea casi doloroso para ellos.
Esto es lo que puede hacer si su hijo se niega a usar ropa de invierno.
Pruebe ropa más holgada
Los abrigos son voluminosos y los suéteres suelen ser ajustados. Pequeños cambios en la ropa pueden ser de gran ayuda. Estas sugerencias facilitarán que la ropa invernal sea más cómoda:
Busque telas suaves y ligeras.
Remueva las etiquetas.
Use una sudadera con capucha, en lugar de un abrigo.
Busque suéteres con cuellos holgados.
Compre camisetas y ropa interior que sea suave.
También la vestimenta invernal puede ser más cómoda si su hijo se viste con varias capas de ropa. En lugar de un abrigo, podría usar una camiseta, debajo de una franela manga larga, y encima un chaleco y una chaqueta ligera. De esa manera, su hijo puede quitarse capas si siente calor al entrar a un lugar cerrado.
Tenga en cuenta que todos los niños son diferentes. Lo que le puede parecer agradable a usted, puede irritar la piel de su hijo. Tendrá que experimentar y decidir qué funciona. (Algunos niños puede que prefieran ropa ajustada).
Permita que su hijo opine
Si los niños opinan sobre cómo vestirse, será más probable que usen ropa abrigada. Busque ropa de invierno con su hijo, y haga que se la pruebe antes de comprarla.
Permita que su hijo elija qué ponerse. Puede orientarlo con reglas básicas (pantalones, ropa de manga larga). Si su hijo es pequeño, dele dos o tres opciones para simplificar las cosas. Con los niños de más edad, quizás tendrá que llegar a un acuerdo: aceptar que no use bufanda ni guantes con la condición de que use abrigo y gorro.
Cree un sistema para la ropa invernal
Evite las discusiones con un sistema. Guarde toda la ropa de verano fuera de la vista de su hijo, y organice la ropa de invierno en el lugar en el que se viste.
Por ejemplo, colocar todas las medias y la ropa interior en uno de los cajones del mueble, los suéteres en otra y los pantalones en otra. También podría colocar el abrigo, los guantes y el gorro cerca de la puerta.
Comience una rutina diaria. La noche anterior, haga que su hijo elija la ropa que usará al día siguiente y la ponga aparte. Programe la alarma diez minutos antes para que su hijo tenga más tiempo para vestirse en la mañana. También es útil hacer un gráfico con imágenes o escribir una lista de los pasos necesarios para alistarse.
Otra sugerencia es tener ropa abrigada en la escuela, en caso de que su hijo salga de casa poco abrigado. Los niños pequeños pueden guardar un suéter en un lugar específico que el maestro apruebe, y los más grandes pueden guardarlo en su casillero o en su mochila.
Permita que su hijo enfrente las consecuencias
Si su hijo se niega a usar ropa de invierno, no tiene sentido pelear o discutir con él. Déjelo que experimente lo que es sentir frío.
Es importante que su hijo no corra peligro, pero en ocasiones los niños necesitan aprender por sí solos. (Lea el blog de un papá sobre por qué permitió que su hijo usara pantalones cortos en invierno).
Obtenga más ideas sobre la vestimenta de los niños que tienen desafíos sensoriales. Y entérese por qué algunos tienen dificultades con las texturas, los ruidos intensos, las luces brillantes, entre otros estímulos.
Puntos clave
Puede que los niños prefieran usar varias capas de ropa, en lugar de usar una sola que sea voluminosa.
A veces los niños tienen que experimentar el frío que se siente al no usar ropa de invierno.
Guarde ropa abrigada en la escuela, en caso de que su hijo la necesite.