¿Puedo pedir que se incluyan en el IEP de mi hijo metas para que aprenda a defender sus derechos?
Responder:
Sí, por supuesto que puede solicitar que se agregue la meta de que su hijo abogue por sí mismo en el IEP. El IEP debe incluir cualquier meta que usted y el resto del equipo del IEP consideren importante para ayudarlo a recibir la educación acorde a sus necesidades. Las escuelas saben que es esencial que los niños aprendan a velar por sus derechos para poder salir adelante en la escuela y en el mundo laboral.
Por ejemplo, es muy común que a los estudiantes que piensan y aprenden de manera diferente les cueste pedir ayuda a los maestros. Muchos estudiantes también tienen dificultad para hacerse escuchar cuando están interactuando con sus compañeros. Conforme su hijo va creciendo, esta clase de habilidades para abogar por sí mismo se vuelven mucho más importantes.
Al igual que las metas académicas en el IEP de su hijo, las metas para abogar por sí mismo deben ser específicas. Supongamos que a su hijo le resulta difícil acercarse al maestro para pedir ayuda. El IEP podría incluir una meta como esta:
Cuando un estudiante no sabe qué hacer, pedirá ayuda levantando la mano durante la clase y/o pedirá ver al maestro después de clase. Cuando se reúna con el maestro, el estudiante le pedirá ayuda con un problema específico.
Al igual que con el resto de las metas en el IEP, las que tienen que ver con aprender a velar por los intereses del estudiante deben ser formuladas de forma que puedan ser medidas. Este es un ejemplo:
Para finales del tercer trimestre, el estudiante pedirá ayuda con un problema específico durante cuatro de cinco reuniones consecutivas con el maestro.
No dude en solicitar que incluyan en el IEP de su hijo más de una meta para abogar por sí mismo. Son importantes, particularmente cuando se diseñan los planes de transición para los estudiantes que están cambiando de escuelas o preparándose para la vida después de la escuela.
Tenga presente que hay muchas maneras de reforzar las habilidades para abogar por sí mismo. Algo tan simple como ordenar pizza puede ayudar a los niños a practicar cómo pedir ayuda a alguien y qué decir.