6 maneras en que hablar de los desafíos de su hijo podría ser útil
Conozca los beneficios de compartir con otras personas las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo.
De un vistazo
Usted decide quiénes estarán enterados de las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo y cuánto quiere que sepan.
Hablar con otras personas acerca de los desafíos de su hijo puede facilitar las cosas en general.
Compartir los desafíos de su hijo puede ayudar a que usted encuentre un apoyo que de otro modo no sabría que existe.
Decidir si contarle a otras personas sobre las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo es una elección personal. Tal vez solo quiera hablarlo con los maestros de su hijo y con sus familiares y amigos más cercanos. O quizá quiera hacer que los desafíos de su hijo sean conocidos más ampliamente.
Lo que sea que usted decida, considere estos seis beneficios de hablar con otras personas.
1. Estar informados puede ayudar a que los demás apoyen a su hijo
Cuando las personas saben que su hijo piensa y aprende de manera diferente, lo pueden ayudar mejor a progresar. Esto es especialmente cierto en el caso de las personas que trabajan con su hijo o pasan tiempo con él cuando usted no se encuentra presente.
Por ejemplo, usted le cuenta a una niñera que su hijo tiene dificultad para tomar turnos. Ella está ahora mejor preparada para ayudarlo, en caso de que haya dificultades durante un juego de mesa con sus hermanos.
O supongamos que su hijo se descontrola en los viajes largos en automóvil y lo invitan a un viaje con un amigo para asistir a un torneo de fútbol. Dígale al conductor que está bien permitir que su hijo se quede todo el camino escuchando música con sus auriculares. Esto puede hacer que el viaje sea más fácil para todos.
2. Compartir información puede desmitificar las diferencias en la manera de pensar y aprender
Los desafíos de su hijo son un asunto privado que usted puede discutir con otros o no. Pero ocultar sus desafíos podría hacer que su hijo sienta que hay algo de lo que avergonzarse, y no es el caso.
Dependiendo de la edad de su hijo, usted le podría preguntar qué tantos detalles quiere compartir sobre sus diferencias en la manera de pensar y aprender, y con quién. Lo mismo aplica en cuanto a la tutoría, terapia u otros servicios que reciba.
También podría ser útil prepararse juntos para algunos escenarios. Esto puede ayudar a su hijo a tener una mejor idea de cómo se podrían dar estas conversaciones.
A medida que los niños crecen, es importante continuar estas conversaciones y respetar sus deseos.
3. Hablar con otros podría ayudarlo a usted a sentirse menos aislado
Ser padres de niños que piensan y aprenden diferente puede agregar un poco más de complejidad a las rutinas diarias. No decirle a nadie lo que usted y su hijo están pasando, podría hacerlo sentir como si estuviera guardando un secreto muy pesado.
Hablar significa compartir una parte de su vida que es posible que las personas desconozcan. Puede que sientan curiosidad. Tal vez sean comprensivos. Es posible que se sientan conmovidos por el hecho de que usted confió en ellos. Y su franqueza podría hacer que ellos se sientan cómodos para confiarle a usted sus propios desafíos también.
4. Obtener una perspectiva nueva puede aclarar las cosas
Usted podría pensar: “Mi mejor amigo no tiene experiencia con las cosas por las que estoy pasando. ¿Para qué le voy a pedir su opinión?”. Sin embargo, incluso si usted piensa que su amigo o familiar no saben nada del tema específico sobre el que usted está teniendo que tomar una decisión, tal vez sepan algo que podría facilitar su decisión.
Tal vez ese amigo en el que usted confíe lo puede conectar con una familia que ha estado en una situación similar. O quizá sus preguntas hagan que a usted se le ocurran cosas en las que no había pensado. Al final, tener una perspectiva externa puede aclarar su pensamiento.
5. Desahogarse puede ser bueno para su salud
Criar a niños que piensan y aprenden diferente puede ejercer mucha presión sobre los padres. Podría ser difícil para su matrimonio, para sus relaciones con su hijo y para la relación con sus otros hijos también.
Expresar sus emociones con otras personas lo puede ayudar a mantener la calma cuando su hijo vuelva a olvidar su cuaderno de matemáticas. Hablar con un amigo o familiar puede darle un respiro que lo ayudará a reaccionar con más calma al llegar a casa.
6. Abrir la puerta permite que llegue apoyo
Una vez que las personas saben lo que está experimentando su familia, puede que busquen maneras de ayudar. Ya sea que usted se los pida directamente o no.
Por ejemplo, si su hermana sabe que la terapia termina tarde los miércoles, ella se podría ofrecer a llevarle la cena para su familia. O su mejor amigo podría elegir el fin de semana después de una estresante reunión del IEP para invitarlo al cine.
Sus amigos, familiares, la escuela y la comunidad están todos a su alrededor y de su familia como apoyo. Aunque al principio puede parecer incómodo, hay formas de hablar con otras personas acerca de los desafíos de su hijo. Mientras más sepan sobre su travesía, mejor podrán apoyarlo durante el camino.
Puntos clave
Compartir las diferencias en la manera de pensar y aprender de su hijo le puede brindar a sus amigos y familiares la oportunidad de ayudar.
Las personas podrían ofrecer más apoyo, si comprenden lo que usted y su hijo están experimentando.
A medida que su hijo crezca, es buena idea discutir con él qué tantos detalles quiere compartir acerca de sus desafíos, y con quién.