6 juegos de mesa para estimular el pensamiento crítico en preadolescentes y adolescentes
Algunos preadolescentes y adolescentes puede que prefieran aburrirse antes que participar en un juego de mesa. Pero usted los puede animar a ser abiertos. Estos juegos captarán la atención y la imaginación de su hijo al tiempo que estimulan el pensamiento crítico.
Apples to Apples
Este juego de cartas ayuda a los niños a predecir las preferencias de sus amigos y desarrollar vocabulario y habilidades sociales. En cada ronda, una persona hace de juez. Los demás jugadores reciben siete cartas cada uno. Cada tarjeta tiene una manzana roja con un sustantivo escrito en ella.
El juez juega una carta que tiene una manzana verde con un adjetivo escrito en ella. Los otros jugadores eligen uno de sus sustantivos para acompañar al adjetivo. El resultado puede ser serio o gracioso, y el objetivo es que los jugadores adivinen qué sustantivo le gustará más al juez para su adjetivo. Los jugadores no pueden decir qué carta pertenece a quién. También hay una versión más fácil de este juego para que puedan jugar los niños más pequeños o los adolescentes que tengan un vocabulario limitado.
Time’s Up
Este juego se juega en equipos de dos y es similar a las adivinanzas. Cada equipo tiene un mazo de 40 cartas con nombres de personas famosas. Uno de los jugadores le da pistas a su compañero para que adivine el nombre de la persona en la tarjeta.
Aquí es donde el pensamiento crítico entra en juego. En cada ronda del juego aumentan las restricciones para las pistas que los jugadores pueden dar. En la primera ronda, los jugadores pueden decir cualquier cosa. En la segunda ronda, solo pueden utilizar una palabra para describir a cada persona. En la tercera ronda, solo pueden actuar las pistas.
The Settlers of Catan
Este juego le enseña a su hijo a planificar y elaborar estrategias. Los jugadores tiene que fundar la sociedad más exitosa. Cada jugador comienza con dos caminos y dos pueblos.
Los jugadores lanzan los dados para obtener recursos, como madera, piedra, lana y ladrillos, que pueden utilizarse para construir carreteras, viviendas y otras cosas necesarias para el pueblo. Estos recursos se pueden intercambiar con otros jugadores. Los niños tienen que dar seguimiento a sus recursos, sus pueblos, así como a lo que están haciendo los demás jugadores.
Fact or Crap
Quizás no le guste el nombre, pero este juego es una manera excelente de que su hijo aprenda a distinguir la verdad de lo falso. (Si prefiere lo puede llamar “Realidad o Ficción”). Una vez que el lector escoge una carta y lee la declaración, cada jugador tiene que decidir lo antes posible si la respuesta es cierta o no. Las preguntas abren el debate y ofrecen maneras de investigar temas nuevos.
Scattergories
El equipo de su hijo debe proponer la mayor cantidad de palabras que sean apropiadas para una categoría determinada. El problema es que las palabras tienen que comenzar con la letra que aparezca en el dado. Además, hay un límite de tiempo.
Por ejemplo, su hijo elige la categoría “vegetales” y al lanzar el dado sale una “C”. El equipo de su hijo tiene que proponer la mayor cantidad de palabras apropiadas con esa letra antes de que se acabe el tiempo.
Moods
Este es un buen juego para preadolescentes y adolescentes que no confían en su habilidad para captar los tonos de voz y las emociones. Cada jugador elige una tarjeta con una frase y luego lanza un dado para obtener un “estado de ánimo”.
Luego, el jugador tiene que decir la frase en ese estado de ánimo. (Por ejemplo: “Me encantan las papas fritas” de una manera autoritaria). Los otros jugadores tienen que adivinar el estado de ánimo. No todos los estados de ánimo son fáciles de mostrar y adivinar. El dado incluye emociones difíciles como “astuto” y “aturdido”.