6 mitos comunes sobre las discapacidades del aprendizaje no verbal
Las discapacidades del aprendizaje no verbal, TANV, (NVLD, por sus siglas en inglés) con frecuencia son motivo de confusión. Las personas con discapacidades del aprendizaje no verbal tienen habilidades verbales sólidas, pero a pesar de eso les resulta difícil comunicarse y conectarse con los otros. Si este tema es nuevo para usted, puede que esta afirmación no tenga sentido. Nosotros podemos ayudar. Estos son 6 mitos comunes acerca de las discapacidades del aprendizaje no verbal.
Mito #1: Como son tan conversadores, los niños con TANV no tienen problemas en la escuela
Realidad: Es verdad que los niños con TANV suelen ser conversadores y poseen un amplio vocabulario. Además, pueden recordar gran cantidad de información y disfrutan mucho compartirla. Pero tener una discapacidad del aprendizaje no verbal no es una ventaja académica. Aunque hay muchas maneras de ayudar a los niños con TANV en la escuela, el TANV puede crear obstáculos con las habilidades relacionadas al espacio, así como con la organización y comprensión de la información. Los niños con TANV también podrían batallar con matemáticas, los conceptos científicos y la .
Mito #2: Los niños con TANV no prestan atención
Realidad: Cuando su hijo no sigue sus instrucciones para hacer panqueques u omite muchos pasos en un proyecto escolar, puede parecer que no está esforzándose lo suficiente o no está prestando atención. De hecho, no es raro que los maestros y los médicos inicialmente sospechen que un niño con TANV tiene TDAH. Sin embargo, los niños con TANV están muy atentos a lo que está ocurriendo a su alrededor. Tan solo tienen problemas para separar la información importante de la que no lo es. Ellos procesan cada pedazo de información como la reciben, en lugar de filtrarla para determinar qué es lo más relevante. Esto les dificulta permanecer organizados y seguir instrucciones.
Mito #3: Los niños con TANV son simplemente testarudos
Realidad: Los niños con TANV tienden a resistirse a los cambios y se apegan a sus rutinas. Por ejemplo, ellos insistirán en seguir la misma ruta para ir a la escuela y querrán jugar en la misma posición en los deportes. Pero lo que puede parecer como terquedad para algunos, en realidad es un mecanismo de defensa. Como ellos tienen dificultades para captar la información importante, podrían experimentar una “sobrecarga de información” si tienen que hacer algo de una forma nueva. Las rutinas le hacen la vida más fácil a los niños con TANV, por lo que es comprensible que se resistan a los cambios.
Mito #4: Los niños superan el TANV
Realidad: Aunque los problemas con la coordinación motora y las habilidades sociales pueden parecer “problemas propios del crecimiento”, los niños con TANV no superan esas dificultades cuando crecen. El TANV y las dificultades que conlleva permanecerán a través de la adultez. Podría parecer que el TANV desaparece, pero lo que sucede es que, a medida que los niños crecen, aprenden a manejar esta condición. Por ejemplo, practicar las habilidades motoras y las habilidades sociales puede ayudar a los niños con TANV a que se relacionen mejor con los otros y a fortalecer la autoestima.
Mito #5: A los niños con TANV no les gustan los deportes
Realidad: A los niños con TANV puede que les guste mucho hacer deportes. Desafortunadamente, con frecuencia tienen dificultades con las habilidades motoras gruesas, lo cual no les permite tener movimientos fluidos y coordinados. Como las actividades deportivas son más difíciles para ellos, puede que las clases de educación física les provoquen ansiedad y eviten jugar deportes. Si su hijo tiene TANV y está interesado en los deportes, investigue sobre los deportes recomendados para los niños que tienen dificultades con las habilidades motoras y sociales, entre otras.
Mito #6: Los niños con TANV no se esfuerzan lo suficiente por tener amigos e integrarse a los grupos
Realidad: No importa cuánto se esfuercen por relacionarse, los niños que tienen TANV con frecuencia carecen de las habilidades sociales esenciales para hacer amistades fácilmente y mantenerlas. Puede que no reconozcan que un compañero de clase tímido está sonriendo para tratar de iniciar una conversación. También podrían malinterpretar el tono de voz distante de otro niño como una invitación a jugar. El entrenamiento de las habilidades sociales y otras opciones puede ayudarlos a ver y entender las señales sociales.