Cómo mejorar las habilidades comunicativas de su hijo en la escuela media
¿Le resulta agotador comunicarse con su hijo de escuela media? Es una situación común en muchas familias. Hay estudiantes que tienen dificultad para comunicarse bien, y por lo tanto para socializar de manera efectiva. Si este es el caso de su hijo, pruebe algunas de estas sugerencias para intentar cambiar la situación.
1. Conversar con su hijo
Muchos adolescentes prefieren no hablar con sus padres. Los niños que tienen dificultad con el habla, el lenguaje o para conversar suelen ser aún más reacios a comunicarse. Trate de charlar con su hijo a menudo, aunque parezca desinteresado. Requiere práctica para que su hijo se sienta cómodo hablando con usted, los maestros y los amigos.
2. Preguntarle de su día
Los estudiantes de escuela pueden estar muy atareados. Intente enterarse de cómo le fue a su hijo en la escuela cuando lleguen a casa, o de camino a casa.
Procure que le cuente cómo estuvo su día. Pregúntele: ¿Cuáles fueron los mejores y los peores momentos en la escuela? ¿Los más fáciles y los más difíciles? ¿Sucedió algo especial? Esto ayuda a recordar y a secuenciar, dos habilidades importantes que pueden ser difíciles para los niños con dificultad para comunicarse.
3. Reforzar la habilidad para escuchar
Después de que su hijo termine de contarle algo, repítale parte de lo que acaba de decir. Continúe la conversación con una pregunta relacionada: “Sé que estudiaste para la prueba de inglés y aún así te resultó difícil. ¿Harías algo diferente la próxima vez?”. Ponga toda su atención cuando su hijo esté hablando. Demuéstrele cómo luce una persona que escucha con atención.
4. Practicar conversaciones
La escuela media es un periodo de “primeras veces” para muchos niños: Primer baile escolar, primer banquete deportivo, entre otras cosas. Todas esas experiencias tienen un componente social. Anticipar qué tipos de conversaciones podrían surgir favorecerá que su hijo se sienta más seguro y preparado.
Antes de cada evento social practique con su hijo qué decir a otros niños y cuándo. Tomen turnos para representar a cada persona en la conversación, de modo que su hijo practique diferentes situaciones, temas de conversación y respuestas.
5. Explicar el lenguaje corporal
Puede ser complicado entender las señales no verbales, muchas veces llamadas lenguaje corporal. Trate de encontrar momentos para hablar de cómo se sienten las personas a su alrededor, basándose en cómo están actuando. Por ejemplo: “El señor en ese carro está cantando. ¿Cómo crees que se siente?”. “¿Cómo crees que se sentía la señora que estaba de última en la fila del banco?“¿Cómo lo sabes?”.
6. Leer juntos
La lectura puede fortalecer el poder de decisión de su hijo y que piense de forma independiente. Estas dos destrezas ayudan con la comunicación diaria. Permita que su hijo elija un libro que puedan leer (o escuchar) juntos y discutirlo.
No crea que es hora de dejar de “contarle una historia a la hora de dormir” porque ya no es un niño pequeño: Muchos padres se sorprenden de que a sus pre adolescentes y adolescentes todavía les gusta que les lean. Pueden tomar turnos leyendo. Pruebe con historias fantásticas o clásicos. No se preocupe si lee mal algunas palabras. ¡Hágalo divertido!
7. Disfrutar películas y libros juntos
Después de terminar un libro, una película o una representación teatral recuerden los momentos más importantes: ¿Qué fue lo que les gustó y no les gustó del argumento y los personajes? ¿Hubo algo que su hijo no entendió? Esto involucra a su hijo en la historia, lo cual es una habilidad importante al hablar con otras personas.
Además, compartir experiencias favorece una conexión más profunda entre usted y su hijo (continúe leyendo para más ideas de cómo relacionarse con su hijo).
8. Practicar juegos de palabras
Muchos juegos clásicos enfatizan las palabras y el vocabulario. Estos juegos son excelentes para los niños que aprenden y piensan de manera diferente. Además, con los juegos que se enfocan en las habilidades lingüísticas es posible que los niños no se den cuenta de cuánta interacción hay con los demás porque el juego es muy divertido.
En los juegos Pictionary y Charades los participantes tienen que dibujar o actuar escenas y el resto del grupo adivinar qué está sucediendo. Este tipo de juegos ayuda a los niños a enfocarse en las señales no verbales de las personas. Scrabble y Boggle son juegos que promueven que los niños creen y encuentren palabras a partir de un grupo de letras determinado. En Apples to Apples los niños tienen que hacer coincidir palabras con acciones graciosas. Taboo y Buzzword fomenta que los jugadores piensen en palabras e ideas relacionadas.
9. Pedir su opinión
La comunicación requiere que los niños reflexionen sobre sus pensamientos y emociones. Usar las frases “Yo pienso” o “Yo siento” es una buena práctica para tener conversaciones exitosas diariamente.
Practique esa destreza preguntándole a su hijo que opine sobre las decisiones diarias y exprese sus sentimientos. Usted puede pedirle su opinión sobre algo de la casa, como si es necesario pintar la sala.
10. Escribir un diario o un blog
Escribir sobre actividades diarias permite que los adolescentes expresen y reflexionen sobre sus ideas y sentimientos. También los ayuda a sentirse más preparados y seguros al hablar con otros. La escritura no tiene que ser sofisticada. Puede ser sólo una frase, una lista de ideas o hasta un dibujo.
Su hijo podría preferir tener un blog privado o público. Herramientas simples para escribir blogs como Kidblog, WordPress o Tumblr permiten combinar palabras, imágenes, videos y enlaces.